UNA CASA ENCANTADA
2023 | Acción colectiva: Instalación efímera + Conferencia performativa
Con el apoyo de LAV — Laboratorio de Creación y Práctica Audiovisual Contemporánea



Instalación efímera — Registro en VHS-C

Planteamiento

Una casa encantada fue una acción colectiva que activé en el contexto de LAV, en Madrid, como parte de una investigación en torno a las zonas de contacto entre el cine experimental y el cine de terror. A partir de una conferencia performativa y una activación colectiva del espacio, propusimos una reflexión situada sobre cómo estos dos territorios cinematográficos se han contaminado a lo largo de la historia.

Conferencia performativa

La sesión comenzó con una muestra comentada de fragmentos audiovisuales que ilustraban esta doble dirección: por un lado, cómo el cine de terror ha adoptado estrategias propias del cine experimental para construir atmósferas de extrañeza; por otro, cómo muchas piezas experimentales han sido leídas como “espeluznantes” o “perturbadoras” , debido a la abyección material de sus formas. El grano, el glitch o el desgaste se entienden aquí como elementos monstruosos: residuos del dispositivo que interrumpen y alteran la lectura de la imagen y se oponen a la obsesión por la pulcritud y nitidez de la producción audiovisual contemporánea.

La selección incluyó trabajos de cineastas como Takashi Ito, Ana Mendieta y Ben Rivers, así como registros escénicos o musicales de artistas como Nina Hagen y Candela Capitán y el apoyo teórico de textos de Mark Fisher, Julia Kristeva o Eugenio Trías. También se proyectaron escenas de películas de culto como Picnic at Hanging Rock (Peter Weir, 1975). Se revisaron además casos donde el propio dispositivo cinematográfico se convierte en figura monstruosa: en The Ring (Gore Verbinski, 2002), la cinta VHS funciona como portadora del mal y agente del contagio; en Sinister (Scott Derrickson, 2012), el proyector de Super 8 actúa como canal de transmisión de una maldición demoníaca de inevitable final trágico. En ambas películas, la presencia extraña de estos dispositivos obsoletos opera como detonante de lo terrorífico.

Activación del espacio

Posteriormente, se invitó a les participantes a activar el espacio desde una lógica de instalación efímera. Cada quien aportó materiales ya producidos —audiovisuales, plásticos, sonoros, arquitectónicos, textuales— que fueron dispuestos de forma colectiva y desjerarquizada en el espacio de LAV, atravesándolos deliberadamente por el error, la desincronía y la experiencia expandida del cine. La activación conjunta de estas piezas convirtió el lugar en una casa encantada, habitada por los fantasmas de obras inacabadas o fallidas que encontraron aquí una nueva forma de aparecer.

Participantes

Carlos Baixauli, Patrizia Etxegarai, Misha Frants, Beatriz Freire, Cristina Hadwa, Lill Maria Rosita Hansen, Agnès Hayden, Carmen Pedrero, Jorge Ramírez, Stefano Santa Maria y Pablo Useros.